Nissan reporta pérdidas anuales millonarias y anuncia 20.000 recortes de empleos
El fabricante japonés de automóviles Nissan ha reportado pérdidas anuales de US$4.500 millones y ha anunciado un plan para recortar el 15% de su plantilla, lo que equivale a 20.000 empleos. Esta medida drástica se produce tras el colapso de una fusión planeada con Honda y en un contexto de fuerte endeudamiento y volatilidad del mercado mundial.
El presidente ejecutivo de Nissan, Iván Espinosa, declaró que la empresa enfrenta una estructura de costos muy elevada y un entorno de mercado impredecible, lo que complica la planificación y la inversión. La empresa no ha publicado proyecciones para el resto del año, citando la incertidumbre generada por las medidas arancelarias de Estados Unidos.
Las pérdidas netas de ¥671.000 millones (US$4.500 millones) registradas en el ejercicio fiscal terminado en marzo son comparables a las pérdidas récord de 1999-2000, que llevaron a Nissan a una turbulenta asociación con Renault. La empresa no ha proporcionado una previsión de beneficios netos para el próximo ejercicio fiscal, limitándose a indicar que espera lograr 12,5 billones de yenes en ventas.
El anuncio de los recortes de empleo alivió a los mercados, y las acciones de Nissan cerraron con un alza del 3%. Espinosa argumentó que estas medidas son necesarias para la supervivencia de la empresa.
Esta noticia subraya las dificultades económicas actuales, donde la alta deuda, los altos costos productivos y las barreras a la entrada están afectando a muchas empresas. La crisis de Nissan es un reflejo de la fragilidad económica global, donde solo un grupo selecto, cercano al poder y a las empresas tecnológicas o monopolios, parece estar cubierto. La especulación y las distorsiones económicas están dejando a muchos atrás, y la quiebra de grandes empresas como Nissan es un recordatorio de que la economía real está pasando por un momento crítico.