Fuente: Informe anual “Defense Budget by Country 2025” del portal Global Fire Power (GFP) , que muestra cómo Venezuela y Cuba destinan más recursos al sector militar que Perú, pese a sus dificultades económicas.
🔍 1. Impacto macroeconómico inmediato
- El informe revela una paradoja significativa:
- Países como Venezuela y Cuba , sumidos en hiperinflación, escasez y estancamiento económico prolongado , dedican más recursos al presupuesto de defensa que naciones con mayor estabilidad como Perú.
- En términos absolutos:
- Perú : $3.420 millones → Puesto 58 mundial, 6º en Sudamérica.
- Venezuela : $4.093 millones → Puesto 57 mundial, 5º en Sudamérica.
- Cuba : $4.508 millones → Puesto 54 mundial, por encima de Perú.
- Esto refleja una prioridad estratégica distinta en la asignación de recursos públicos , donde la seguridad nacional se mantiene o aumenta incluso cuando el Estado no puede garantizar servicios básicos.
➡️ Conclusión: Aunque este gasto no genera crecimiento económico directo, sí refuerza un mensaje político interno: la fuerza armada sigue siendo un pilar central del poder estatal , especialmente en regímenes autoritarios o en crisis.
👷♂️ 2. Efectos en el mercado laboral
- La alta inversión en defensa en Venezuela y Cuba tiene impacto indirecto en empleo:
- Se mantienen miles de puestos dentro de las Fuerzas Armadas.
- Se priorizan contratos locales para mantenimiento, logística y adiestramiento militar.
- Se reduce proporcionalmente el espacio fiscal para programas de empleo civil o reconversión productiva.
- En Perú, por el contrario, hay un énfasis en reestructuración de Fuerzas Armadas y modernización selectiva , sin afectar tanto el gasto corriente.
➡️ Conclusión: Mientras Perú intenta equilibrar gasto social y militar, Venezuela y Cuba están optando por mantener estructuras militares fuertes , lo cual puede tener efectos en la estabilidad política interna , pero también en la presión sobre el mercado laboral civil .
📉 3. Riesgo de recesión
- No hay riesgo de recesión técnica derivado directamente de estos datos, pero sí alertas sectoriales importantes:
- En Venezuela y Cuba, el gasto militar elevado se da en medio de una economía colapsada, lo cual refuerza el modelo de Estado controlador y represivo .
- En Perú, el menor gasto militar está vinculado a un esfuerzo de contención fiscal y ajuste institucional .
- Si continúa esta tendencia:
- Podría haber tensión entre políticas sociales y de seguridad en toda la región.
- Algunos países podrían enfrentar protestas ciudadanas por desvío de recursos hacia el aparato militar .
- El entorno latinoamericano podría volverse más polarizado entre modelos civiles y castrenses , afectando estabilidad democrática.
➡️ Conclusión: Aunque técnicamente no hay recesión, los patrones de gasto público reflejan desigualdades profundas en prioridades gubernamentales , con consecuencias en desarrollo social y bienestar económico.
💼 4. Impacto empresarial
- En Venezuela y Cuba, el presupuesto militar elevado incentiva una industria de defensa local , aunque sea mínima o dependiente de proveedores extranjeros (como Rusia o China).
- Estas empresas pueden beneficiarse de:
- Contratos estatales para transporte, infraestructura, comunicación y energía especializada.
- Inversiones en sistemas de vigilancia, tecnología de defensa y operaciones logísticas.
- En Perú, por su parte, hay menos presión por parte del Estado en el ámbito militar, lo cual permite:
- Mayor apertura a sectores privados no ligados al gobierno.
- Menor intervención estatal en áreas económicas no estratégicas.
- Espacio para desarrollo empresarial en salud, educación y tecnología civil.
➡️ Conclusión: El modelo de gasto militar elevado puede beneficiar a ciertos actores empresariales vinculados al Estado , pero limita la inversión en sectores productivos clave que impulsan el desarrollo sostenible.
📊 5. Escenario futuro y recomendaciones
🧭 Escenarios probables:
Escenario base (equilibrio estratégico):
- Perú mantiene su nivel actual de inversión militar mientras fortalece su tejido empresarial y sistema educativo.
- Venezuela y Cuba siguen priorizando el gasto militar, pero con escaso impacto real en capacidades operativas por falta de divisas y tecnología.
- Brasil, Colombia y Chile avanzan en modernización de defensa y cooperación regional en materia de seguridad.
Escenario adverso (escalada de militarismo en la región):
- Otros países de la región empiezan a aumentar gastos en defensa por tensiones fronterizas o ideológicas.
- América Latina entra en una nueva carrera armamentista, financiada en algunos casos por potencias externas (EE.UU., Rusia, China).
- Esto generaría presión sobre el gasto social y reducción de inversiones en desarrollo humano.
Escenario de cooperación regional:
- Países como Perú, Colombia y Ecuador promueven alianzas regionales en defensa compartida, evitando duplicidad de costos.
- Se desarrollan industrias locales de defensa con enfoque dual (uso civil y militar) que impulsen innovación y empleo técnico.
- Se establecen mecanismos de transparencia y evaluación del gasto militar para evitar despilfarro o corrupción en compras de armamento.
📌 Recomendaciones estratégicas:
Para América Latina:
- Promover acuerdos regionales de transparencia en el gasto militar, como hacen muchos países europeos bajo la OTAN.
- Evitar carreras armamentistas innecesarias, que solo profundizan la pobreza estructural.
- Priorizar el desarrollo tecnológico civil y la protección de infraestructura crítica, no solo la militarización de zonas sensibles.
Para Perú:
- Revisar estrategias de defensa con enfoque en eficiencia, no en aumento de gasto .
- Explorar alianzas tecnológicas con otros países sudamericanos para compartir conocimiento y reducir costos.
- Mantener el equilibrio entre seguridad nacional y reinversión en capital humano para garantizar desarrollo sostenible.
Para Venezuela y Cuba:
- Evitar que el gasto militar sufra sobrecostos o corrupción , como ha ocurrido históricamente en ambos países.
- Revisar la viabilidad de mantener altos niveles de inversión en defensa si esto afecta el acceso a alimentos, medicinas y servicios básicos .
- Considerar modelos de defensa más integrados con sectores civiles , para mejorar la percepción de utilidad social de las fuerzas armadas.
Para organismos internacionales:
- Monitorear el impacto de altos gastos militares en países en crisis, mediante organismos como la CEPAL o el BID.
- Promover políticas de gasto social prioritario frente al gasto militar excesivo .
- Apoyar iniciativas de diálogo hemisférico sobre defensa , similar a las que existen en la Unión Europea o ASEAN.
✅ Conclusión final:
El hecho de que Venezuela y Cuba destinen más fondos a defensa que Perú , a pesar de su deterioro económico, debe servir como alerta temprana para toda la región :
Los presupuestos militares son indicadores de prioridades estatales , y cuando se privilegia la defensa sobre la salud, la educación o la infraestructura productiva, el país corre el riesgo de convertirse en una potencia bélica, pero una ruina humana .
Este análisis debe complementarse con una reflexión más amplia sobre cómo el militarismo puede ser usado como herramienta de control interno en contextos de baja legitimidad democrática o alta desesperanza social.
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